en silencio

20170203_122144_2bn

Acompañar el final de una biografía es saber que habrá una despedida, un soltar para el que nunca nos enseñaron. Acompañar es saber que una parte de ti partirá con esa persona y que una parte de ella, habitará en ti para siempre.

– «Está en Paliativos, es el final y no tiene a nadie, solo necesita una mano, no quiere morir sola. Le encantan los perros y sueña con volver a ver a su nieto».

Cuando cogí su mano, como pasa en cualquier acompañamiento, no supe quién enseñaba a quién, quién acogía a quién, quién se mostraba ante quién. Solo supe, para qué tenía que estar allí. Solo para ofrecer una mano, en silencio y estar.

Han sido solo unos días, los suficientes para que todo tuviera sentido: mis miedos y preguntas, su entereza y valentía. Sólo unos días para aprender más que en toda una licenciatura, para recibir el mayor regalo que alguien te puede ofrecer.

Como el recuerdo que nunca se va…
Como las noches que nunca se acaban
Como la mano que no has de soltar
Viene para acompañarme en este caminar (…)

Como si llevara aquí una eternidad
No nos pedimos permiso para preguntar
No hay reglas no hay contratos, es todo ilegal, no se
Solo se pone a mi lado, así tan normal, no se

Para Quedarte – El Kanka

Nadie debería morir solo (salvo que así lo desee), y demasiadas personas acaban su vida sin una mano que agarrar. Por eso me sigue pareciendo el mayor de los regalos entregarla, por encima de mis propios miedos.

Gracias al Equipo de Paliativos del Hospital de San Vicente por su humanidad y profesionalidad. Gracias a María José por su acogida, a Rosa por su llamada, a Susi por su complicidad, y a  Pilar por tanto que me ha entregado. Gracias a la vida.

Ojalá sepa y pueda seguir acompañando en silencio.

 

 

2 comentarios en “en silencio

Deja un comentario